Alfonsina Storni
en la voz de
Martes 4 de octubre, 20 h
ENTRADA LIBRE Y GRATUITA
La actriz Hilda Fuchs nos hará un recorrido por la poesía de
Alfonsina Storni a partir de una selección temática de sus poemas.
Alfonsina Storni Martignoni nació el 22 de mayo de 1892 en Sala Capriasca, Suiza. Hija de Alfonso Storni y Paulina Martignoni, es la tercera descendiente de la familia, sus hermanos Romeo y María nacieron en 1887 y 1888 respectivamente. A los cuatro años la familia regresa a San Juan, Argentina, donde residían. A los siete nace su hermano Hildo. Desde su llegada a San Juan la familia está en una situación miserable. Se trasladan a Rosario en 1901 y prueban suerte con un Café Suizo en el que Alfonsina limpia y sirve. Con 12 años Alfonsina escribe su primer poema, triste y centrado en la muerte, y lo deja bajo la almohada de su madre para que esta lo lea. A la mañana siguiente, mediante varios coscorrones, su madre le explica que la vida es dulce. Su padre, depresivo y alcoholico, fallece en 1906 y Alfonsina, que no para de escribir poemas, entra a trabajar en un taller de gorras. Su madre, Paulina, se casa de nuevo y se traslada a Butinza, allí continúa dando clases de música y canto. Alfonsina se traslada a Coronda para estudiar Magisterio, trabaja como celadora en la escuela, pero el dinero que le queda tras pagar la pensión no le da para vivir y tiene que hacer escapadas a Rosario para cantar en un teatrillo como corista. Se descubre en Coronda su trabajo como cantante y Alfonsina piensa en suicidarse tirándose al agua. Al año siguiente, en 1991, obtiene el título de maestra y ejerce ese otoño en una escuela de Rosario. Publica sus primeros versos en las revistas Mundo rosariano y Monos y Monadas y tiene su primer desengaño amoroso con un hombre casado mayor que ella que la deja embarazada. Alfonsina, avergonzada, se refugia en Buenos Aires y da a luz a Alejandro el 21 de Abril de 1912; ella tenía 20 años. Trabaja como cajera en una tienda y colabora en Caras y Caretas, entra a trabajar como corresponsal psicológico. En esa oficina dicta su primer libro de versos La inquietud del rosal, se lo enseña al poeta Felix B. Visillac que consigue que sea publicado. La revista Nosotros elogia el poemario y desde ese momento Alfonsina entra en el círculo literario de la revista. Se hace conocida y admirada, pero sigue teniendo problemas económicos. Es nombrada directora de un colegio y mientras allí trabaja escribe su segundo libro, El dulce daño. En marzo de 1918 los nervios la obligan a dejar su puesto de directora y vuelve a entrar en los círculos literarios. Publica su segundo poemario y colabora en Atlántida mientras trabaja como celadora en un colegio. Publica Irremediablemente en 1919 y la crítica lo ensalza. Al año siguiente la Universidad de Montevideo la invita a dar unas conferencias. Publica Languidez ese mismo año. Le crean una Catedra en el Teatro Infantil Lavardén y allí trabaja enseñando a niños. Su fama va en aumento, lo que hace aflorar su comportamiento neurótico, se retira a Los Cocos como hará más adelante en su vida varias veces. Tras el Premios Nacional de 1922, el Ministro de Instrucción Pública crea una cátedra para ella en la Escuela Nacional de Lenguas Vivas en 1923. Sigue publicando poemario hasta que en 1927 estrena una obra de teatro, El amo del mundo, un rotundo fracaso que no aguanta más de tres días en cartel. En los años treinta realiza dos viajes a Europa con su amiga Blanca de la Vega, básicamente para olvidar sus problemas mentales. Tras la vuelta del último viaje se le descubre un tumor en el pecho; se lo extráen con éxito, pero la terapia de rayos es tan dolorosa que no la sigue. Alfonsina se retrae y apenas sale a la calle. Vive sus últimos años atemorizada por la muerte. El 25 de octubre de 1938 hayan el cuerpo de Alfonsina Storni en la playa de La Perla, en Mar del Plata. Al día siguiente se publica su último poema, Quiero dormir, en La Nación.
Al finalizar sus estudios de Magisterio, ejerció como docente durante dos años, tiempo en el que inició la formación como actriz en el Teatro Río Bamba. Continuó en el Taller de Garibaldi con Rodolfo Graciano y tomó clases de maniquí en la Escuela de Modelos Martha Weinstein. Todo ello en Argentina.
Así comenzó a trabajar como modelo y actriz tanto en Buenos Aires como en España. Durante doce años fué asesora cultural y redactora en los programas de televisión de Jesús Hermida, Alfredo Amestoy o Pedro Macía, entre otros. A este paréntesis en su carrera como actriz hay que sumar el tiempo que pasó como decoradora de interiores.