Concha
Espina
Compromiso y
literatura
Juan Carlos León
Brázquez
Martes, 23 de mayo,
20 h
La novelista Concha
Espina convivió en 1917 con los mineros de la cuenca onubense del
río Tinto. Las minas más importantes de Europa se preparaban entonces para una
huelga en el verano de ese año, oponiéndose a los métodos de trabajo de la Rio
Tinto Company Limited, la empresa británica que estableció en Huelva su
propio ‘Gibraltar económico’.
Allí se impregnó de
datos y testimonios sobre la ‘ocupación británica’ en esa parte de España,
haciendo y deshaciendo a su antojo, mangoneando en la política española y
marcando las pautas sociolaborales por su enorme poder económico. De la
estancia de Concha Espina hace cien años en la ciudad de los mineros -NERVA-
sirvió para dar a conocer el problema a través de su novela EL METAL DE
LOS MUERTOS, que la aupó al primer plano literario y la ayudó en su
camino hacia el Premio Nobel, que solo se le negó por la falta de apoyo de la
muy machista Real Academia Española, que no solo no le dio el único voto que
necesitaba para obtener el Premio Nobel, sino que aun hoy la arrincona en el
olvido.
Concha Espina es una
novelista olvidada, apenas leída; pero hace cien años era la literata española
de más éxito, siendo la primera mujer profesional de nuestra literatura;
acumuló todos los premios literarios de la época (Fastenrath, Espinosa y
Cortina, Castillo de Chirel, Premio Nacional de Literatura y Premio de Novela
Miguel de Cervantes) y marcó el camino a las nuevas escritoras surgidas en
tiempos difíciles para la mujer. Fue pionera en abordar la literatura social (La
Esfinge Maragata y El metal de los muertos), con lo que en los años
veinte y treinta del pasado siglo –años cumbres de la literatura social
española- fueron muchos los que siguieron el camino abierto en pro de una
literatura más comprometida.
Juan Carlos León
Brázquez,
en su estudio ‘Génesis de El metal de los muertos’, publicado por la
Asociación de la Prensa de Huelva, en 2015, fue quien descubrió que su estancia
en las minas de Nerva-Ríotinto se produjo en mayo de 1917, poniendo en
valor la fecha determinante para fijar el momento exacto de los acontecimientos
que se narran en la novela, ya que los estudiosos de la novelista y su
obra solo se habían guiado por fechas aproximadas especulativas. Conferencia
sobre Compromiso y literatura en Concha Espina.